Yoga y Ayurveda: la práctica de equilibrarse
- Valen | @lunaenrevati
- 1 feb 2022
- 3 Min. de lectura
Yoga y Ayurveda son prácticas hermanas, que se interconectan y complementan para no solo brindarnos el poder del autoconocimiento, sino para hacer de ese autoconocimiento junto a los hábitos herramientas de bienestar. El estado de salud es un estado de equilibrio, donde las funciones del cuerpo no necesitan compensar otras y la mente está serena o es capaz de serenarse ante estímulos que la agiten.
Cuando ese equilibrio se pierde por alguna causa interna o externa vienen los dolores, las dolencias o las enfermedades a llamarnos la atención y pedirnos que hagamos algo para remediar el desbalance.
Hoy vamos a hablar sobre la influencia del Yoga, especialmente de la práctica de Asana y Pranayama, como herramienta para restaurar (o ayudar a restaurar) el equilibrio en el cuerpo y en la mente. Podemos hablar a grandes rasgos de dos tipos de práctica, independientemente del estilo que practiquemos:
· Práctica langhana: es sedante, relajante, lenta, aletargada, baja el tono muscular y el estado de alerta. Se corresponde con los Doshas Kapha y Vata, fríos y con el guna Tamas. Activa el lado lunar/izquierdo/femenino e Ida Nadi, el hemisferio derecho del cerebro y el sistema nervioso parasimpático.
· Práctica brimhana (o brahmana dependiendo de la bibliografía): es tonificante, activadora, dinámica, incrementa el tono muscular y el estado de alerta. Se corresponde con el dosha Pitta, caliente y con el guna Rajas. Activa el lado solar/derecho/masculino y Pingala Nadi, el hemisferio izquierdo del cerebro y el sistema nervioso simpático.
En una clase de Yoga cualquiera nos encontramos con ambos efectos brimhana y langhana, en diferentes momentos de la práctica. Así funciona, no se puede alcanzar un estado si el otro no lo precede o sucede, es una rueda. Pero con fines de remediar algún desequilibrio podemos intensificar uno u otro efecto en una práctica específica para ese objetivo.
Veamos un ejemplo: si me encuentro angustiada, cansada, sin ganas de levantarme de la cama, triste, sin motivación, probablemente este enfrentando un desequilibrio Kapha. Una práctica con efecto langhana no me ayudaría a mejorar el cuadro, y una práctica equilibrada quizás me brindaría beneficios, pero insuficientes. Lo que necesito en este caso es una práctica de efecto brimhana --> activar la energía, transpirar el exceso de agua en el cuerpo, poner en movimiento la mente e incrementar el estado de alerta para salir de ese letargo. Primarán las posturas de extensión de columna,de pie, la vinyasa, los pranayamas calentantes, y si bien habrá momentos langhana, como Savasana, este será corto y mayormente guiado, para no dejar que la mente divague hacia el estancamiento y el cuerpo drene la energía adquirida.
El diagnóstico del desequilibrio debe ser atendido con conocimiento y responsabilidad, abordado de forma integral. Pero a veces lo que nos sucede es pasajero y puntual, y si conocemos nuestro biotipo y la capacidad de nuestro cuerpo, podemos "automedicarnos" con una práctica a nuestra medida, con la autoescucha bien activa. Acá algunas puntas para hacerlo:
Langhana | Brimhana |
Asanas supinas, de sentado o 4 apoyos | Asanas de pie o equilibrios |
Flexiones de columna | Extensiones de columna |
Exhalaciones profundas | Inhalaciones profundas |
Respiración abdominal | Respiración sub-clavicular |
Retención a pulmón vacío | Retención a pulmón lleno |
Kapalabhati, Viloma o Ujjayi Pranayama | Bhastrika, Anuloma o Shitali/Shitkari Pranayama |
Savasana largo, con espacio de silencio | Savasana corto, mayormente guiado |
Visualización de elementos Tierra o Agua | Visualización de elementos Fuego o Aire |
Estímulos enfriantes | Estímulos calentantes |
Algunas situaciones que pueden atravesarnos y pedirnos una práctica langhana para volver al equilibrio son: ansiedad, ira, frustración, pensamientos autodestructivos recurrentes, miedo, problemas digestivos ligados a Pitta Dosha (acidéz, reflujo, gastritis), sensación de que la mente no puede quedarse quieta, pensamientos muy fluctuantes o distracción constante.
En cambio, las que pueden pedirnos una práctica brimhana: tristeza, angustia, duelos, fatiga, falta de interés en actividades cotidianas, hambre emocional, problemas de circulación, sensación de pesadez corporal y/o mental, mente estancada en un solo pensamiento o grupo de pensamientos.
Ante síntomas recurrentes consultá con tu instructor/a y con un profesional de la salud, no te quedes con la duda ni repitiendo una práctica o rutina que podría estar empeorando tu cuadro, o siendo neutral cuando el mundo del Yoga y Ayurveda tienen una infinidad de posibilidades para llevarte de nuevo a disfrutar de una salud plena.
Si querés saber un poco más sobre los doshas o conocer tu biotipo, visitá el artículo de Ayurveda: la ciencia de la vida.
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¡Nos leemos en el próximo artículo!
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